El barco llegará al astillero de Cádiz a primeros de noviembre para abordar una profunda obra de mejora que durará un mes
Vista Panorámica del Thomson Dream, esta Naviera se dedica al crucero de bajo coste
FERRYBALEAR, La Voz Digital.es
Navantia mantiene el pulso con la reparación de cruceros. La naviera inglesa Thomson Cruise ha delegado en el astillero de Cádiz la reforma integral de uno de sus mayores buques.Se trata del 'Thomson Dream', que tiene prevista su entrada en el dique cuatro de la factoría a primeros de noviembre. El crucero permanecerá en las instalaciones durante un mes y se enfrentará a una profunda reforma tanto de maquinaria como de cubiertas.
Este barco fue construido en 1986 en el astillero alemán de Meyer Werft, en Papenburg, y ha tenido su puerto base en Palma de Mallorca. El buque ha sido propiedad de la compañía italiana Costa Cruceros, que lo explotó hasta el 2010 con el nombre comercial de 'Costa Europa'. Ese mismo año fue alquilado a la naviera Thomson por un periodo de cinco años con una opción de compra al finalizar el contrato. Todo apunta a que ambas compañías han llegado a un acuerdo de compraventa. Su reforma en la Bahía refuerza la posición de Navantia en el negocio de las reparaciones de grandes cruceros. El 'Thomson Dream' tiene 243 metros de eslora, 6,50 de calado y una capacidad para 1.506 pasajeros y 600 de tripulación.
Esta naviera cuenta con una flota de cinco cruceros y está especializada en viajes por Europa a bajo precio.
El astillero de Cádiz cierra con esta obra un año histórico en materia de reparaciones. En marzo de 2015 la naviera Royal Caribbean contrató los servicios de Navantia para la transformación del 'Explorer'. Unas 2.000 personas participaron en un tiempo récord, menos de 30 días, en el rediseño exterior del buque y en una profunda mejora de su sala de máquinas.
El astillero superó con éxito una dura prueba.Se trataba de la construcción en seco de una gigantesca estructura para albergar los camarotes 'vip' de la zona de proa. Además, se construyó una piscina de olas en una de las cubiertas, además de una pantalla de cine. La relación entre Navantia y Royal Caribbean quedó sellada al mes siguiente con la firma de un contrato mediante el cual la naviera de origen noruego pero asentada en Miami confiaba en el astillero gaditano el mantenimiento de su flota en el Mediterráneo hasta 2017.
El segundo contrato llegó en mayo con reforma total del ‘Allure of the Seas’, uno de los barcos más grandes del mundo, con 361 metros de eslora. Este mismo año, el astillero gaditano ha inspeccionado al buque anfibio de la Armada española 'Juan Carlos I' y ha reparado al crucero 'Magic Disney'. Además, una sección de la factoría está dedicada al completo a los trabajos de mantenimiento de los cuatro destructores norteamericanos que se encuentran en la base de Rota participando en el despliegue internacional del escudo antimisiles.
De momento, todo juega a favor de los astilleros públicos, aunque no ha sido fácil colocar a la planta gaditana en la primera línea de este mercado. Navantia se vio obligada en 2009 a diversificar su actividad en materia de reparaciones tras anunciar la Armada española la cancelación de sus planes de inversión en la renovación de la flota. Hasta ese momento, el Ministerio de Defensa era el principal cliente de la compañía naval, pero la crisis y los ajustes presupuestarios llevaron a la Armada a suspender sus inversiones, lo que obligó a la compañía a buscar otras fuentes de ingresos. De esta forma empezó su incursión en el mercado de la reparación de cruceros. La primera compañía que utilizó los servicios de Navantia fue Iberocruceros, que firmó un contrato en 2009 para la reparación del 'Grand Voyager'. El resultado fue muy satisfactorio, ya que esta compañía repitió al año siguiente con el 'Grand Mistral' y volvió en 2011 con el 'Grand Celebration'. El trabajo de Navantia en la puesta a punto de los cruceros empezó a calar cuando en noviembre de ese mismo año la compañía Royal Caribbean confió a Navantia-Cádiz la reparación del 'Splendour of the Seas'.
Desde entonces, Navantia ha trabajado para todas las grandes navieras del sector.
Navantia mantiene el pulso con la reparación de cruceros. La naviera inglesa Thomson Cruise ha delegado en el astillero de Cádiz la reforma integral de uno de sus mayores buques.Se trata del 'Thomson Dream', que tiene prevista su entrada en el dique cuatro de la factoría a primeros de noviembre. El crucero permanecerá en las instalaciones durante un mes y se enfrentará a una profunda reforma tanto de maquinaria como de cubiertas.
Este barco fue construido en 1986 en el astillero alemán de Meyer Werft, en Papenburg, y ha tenido su puerto base en Palma de Mallorca. El buque ha sido propiedad de la compañía italiana Costa Cruceros, que lo explotó hasta el 2010 con el nombre comercial de 'Costa Europa'. Ese mismo año fue alquilado a la naviera Thomson por un periodo de cinco años con una opción de compra al finalizar el contrato. Todo apunta a que ambas compañías han llegado a un acuerdo de compraventa. Su reforma en la Bahía refuerza la posición de Navantia en el negocio de las reparaciones de grandes cruceros. El 'Thomson Dream' tiene 243 metros de eslora, 6,50 de calado y una capacidad para 1.506 pasajeros y 600 de tripulación.
Esta naviera cuenta con una flota de cinco cruceros y está especializada en viajes por Europa a bajo precio.
El astillero de Cádiz cierra con esta obra un año histórico en materia de reparaciones. En marzo de 2015 la naviera Royal Caribbean contrató los servicios de Navantia para la transformación del 'Explorer'. Unas 2.000 personas participaron en un tiempo récord, menos de 30 días, en el rediseño exterior del buque y en una profunda mejora de su sala de máquinas.
El astillero superó con éxito una dura prueba.Se trataba de la construcción en seco de una gigantesca estructura para albergar los camarotes 'vip' de la zona de proa. Además, se construyó una piscina de olas en una de las cubiertas, además de una pantalla de cine. La relación entre Navantia y Royal Caribbean quedó sellada al mes siguiente con la firma de un contrato mediante el cual la naviera de origen noruego pero asentada en Miami confiaba en el astillero gaditano el mantenimiento de su flota en el Mediterráneo hasta 2017.
El segundo contrato llegó en mayo con reforma total del ‘Allure of the Seas’, uno de los barcos más grandes del mundo, con 361 metros de eslora. Este mismo año, el astillero gaditano ha inspeccionado al buque anfibio de la Armada española 'Juan Carlos I' y ha reparado al crucero 'Magic Disney'. Además, una sección de la factoría está dedicada al completo a los trabajos de mantenimiento de los cuatro destructores norteamericanos que se encuentran en la base de Rota participando en el despliegue internacional del escudo antimisiles.
De momento, todo juega a favor de los astilleros públicos, aunque no ha sido fácil colocar a la planta gaditana en la primera línea de este mercado. Navantia se vio obligada en 2009 a diversificar su actividad en materia de reparaciones tras anunciar la Armada española la cancelación de sus planes de inversión en la renovación de la flota. Hasta ese momento, el Ministerio de Defensa era el principal cliente de la compañía naval, pero la crisis y los ajustes presupuestarios llevaron a la Armada a suspender sus inversiones, lo que obligó a la compañía a buscar otras fuentes de ingresos. De esta forma empezó su incursión en el mercado de la reparación de cruceros. La primera compañía que utilizó los servicios de Navantia fue Iberocruceros, que firmó un contrato en 2009 para la reparación del 'Grand Voyager'. El resultado fue muy satisfactorio, ya que esta compañía repitió al año siguiente con el 'Grand Mistral' y volvió en 2011 con el 'Grand Celebration'. El trabajo de Navantia en la puesta a punto de los cruceros empezó a calar cuando en noviembre de ese mismo año la compañía Royal Caribbean confió a Navantia-Cádiz la reparación del 'Splendour of the Seas'.
Desde entonces, Navantia ha trabajado para todas las grandes navieras del sector.
No hay comentarios:
Publicar un comentario