El buque 'Kattegat', de la naviera FRS, que cubre la ruta diaria entre los puertos de Tánger y Motril.
Foto. Javier Martin
Foto. Javier Martin
FERRYBALEAR, Ideal.es
La Autoridad Portuaria de Motril llevaba tiempo advirtiendo al Gobierno que este handicap podría poner en serio peligro ya no solo el éxito sino incluso la permanencia de línea marítima en Motril. Y en su primer fin de semana de vida se ha comprobado que, efectivamente, no era una amenaza ficticia. Las rotaciones de los barcos previstas para ayer sábado y hoy domingo se han cancelado. La naviera alemana FRS confirmó a esteperiódico que las escalas se suspenden hasta mañana lunes por la ausencia de los servicios de inspección, que en Motril no funcionan el fin de semana.
Una cancelación que ha hecho que en la Autoridad Portuaria se enciendan todas las alarmas al ver cómo este factor externo puede tirar por la borda meses de intenso trabajo para lograr la línea y pone en riesgo el hito de haber arañado la primera conexión con Tánger al gigante de Algeciras. El pasado miércoles, en el acto de inauguración de la línea, en el que participaron representantes de todas las administraciones, quedaron patentes las grandes esperanzas que abre para Granada esta línea marítima, que supone una 'autovía' directa para el comercio exterior con la región más importante del norte de África.
Máxima preocupación
De hecho, en esta línea están puestas las grandes expectativas de crecimiento del puerto, que espera doblar sus actuales tráficos de mercancías con el norte de Marruecos. De ahí la máxima preocupación de la Autoridad Portuaria, que teme que el problema de las inspecciones coarte el desarrollo de la línea.
También para la naviera FRS, que ha realizado una apuesta fuerte por Motril, supone un varapalo importante tener que interrumpir las rotaciones diarias nada más arrancar. Desde su estreno, esta pasada semana, el buque que cubre la ruta, el Kattegat, sale a las doce de la noche del puerto de Tánger con camiones cargados de mercancías -automoción, textil y hortofrutícolas- y llega a Motril a las ocho de la mañana.
Ahí comienza la prueba de fuego para el puerto granadino: las inspecciones, que dependen del Gobierno central y que son claves para el éxito de una línea, ya que el factor tiempo es el más importante para las empresas que mueven hortofrutícolas y tienen que atender a sus clientes europeos en exigentes plazos. Además de los controles fiscales de Aduanas, la mercancía perecedera tiene que someterse a la inspección sanitaria, dependiente del Ministerio de Sanidad, a la inspección vegetal, del Ministerio de Agricultura y a una tercera de control de la calidad comercial que realiza el servicio de inspección SOIVRE, dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
El puerto Motril no cuenta con estos servicios de inspección de forma permanente sino que prestárselos es obligación de las subdelegaciones de Granada y Málaga, que desplazan tres inspectores distintos a Motril cuando llega el barco de Tánger. Pero estos funcionarios no van a Motril ni fines de semana ni festivos.
Detenido hasta el lunes
Esto significa que si un sábado el despacho de aduanas sale rojo y un camión de mercancías tiene que ser inspeccionado, quedaría retenido en el puerto hasta el siguiente lunes. O lo que es lo mismo, miles de euros y un cliente perdido.
Un riesgo que ninguna empresa de transportes ni su consignataria están dispuestos a correr. Por ello, mientras no haya inspecciones en fin de semana, ninguna enviará sus mercancías por Granada estos días sino por Algeciras, que cuenta servicio permanente inspección y barcos que salen cada hora. De ahí la cancelación de las escalas.
Entre semana sí se mantendrá la rotación diaria entre Motril y Tánger. De hecho, los tres días que ha funcionado la línea, tanto la empresa consignataria Tránsito 2000 como la transportista y el cliente final, la empesa hortofrutícola motrileña Fulgencio Spa, se han mostrado muy satisfechos. A pesar de que se ha empezado por lo más complicado -mover hortofrutícolas- todo ha ido sobre ruedas. Los camiones permanecieron en el puerto entre 45 minutos -una marca extraordinaria- y tres horas.
Pero para que la línea gane clientes necesita garantizarles que esto será así de lunes a domingo. En el puerto lo saben y han volcado sus esfuerzos en pedir al Gobierno que mejore los servicios de inspección para no poner en peligro este logro. Es más, el puerto cree que la línea exigirá no sólo inspectores los fines de semana sino un servicio propio con funcionarios destinados a Motril. Esta misma semana, el presidente del puerto, Francisco Álvarez de la Chica, lo advertía: «Las administraciones en todas sus escalas estamos para facilitar la actividad económica por lo que espero no encontrar inconvenientes que den al traste con este sueño que se está haciendo realidad en Granada». Al final, les ha pillado el toro y el problema que veían venir ya está aquí.
Por su parte, la Subdelegación del Gobierno señalaba a IDEAL que no hay intención de cambiar el funcionamiento del servicio de inspección. Habrá que ver si la presión que a buen seguro se ejercerá desde Motril puede cambiar las cosas. Una vez más, el puerto está dispuesto a sacar las uñas.JAVIER MARTÍN