Detalle del Bulbo del J.J.Sister
FERRYBALEAR, Málagahoy.es
La colisión del Melillero en la tarde del pasado lunes contra el muelle 1 del puerto de Málaga se debió a un fallo mecánico, según informaron fuentes cercanas al incidente consultadas por este periódico. El accidente se produjo en el momento en que el ferry, afectado por fuertes rachas de viento de hasta 20 nudos, incrementó su velocidad para salvar sin problemas el estrechamiento que supone la esquina de los muelles 6 y 7 y el pequeño espigón del antiguo Club Mediterráneo (maniobra habitual cuando el viento es fuerte). Sin embargo, justo antes de revirar para finalizar el atraque, según las fuentes consultadas, la máquina del barco no respondió, quedando bloqueada la marcha avante. En ese momento saltaron todas las alarmas en el puente de mando.
Maniobrando con el timón y echando sus dos anclas al fondo, el Juan J. Sister, ya perpendicular al muelle 1, logró reducir su velocidad a tres nudos, minimizando el inevitable impacto de su bulbo, primero contra un velero, y después contra el cantil del muelle de Ricardo Gross.
Para inspeccionar las posibles afecciones sobre el muelle, un equipo de hombres rana de la empresa Obras Hidráulicas Marítimas efectuó ayer una serie de inmersiones para realizar una evaluación. De acuerdo con la información a la que tuvo acceso este periódico, a cuatro metros de profundidad, en el cantil el bulbo del Juan J. Sister produjo un agujero de 1,5 metros de longitud que causó el levantamiento y rotura de varias capas de obra y asfalto del vial que discurre por esta zona.
Maniobrando con el timón y echando sus dos anclas al fondo, el Juan J. Sister, ya perpendicular al muelle 1, logró reducir su velocidad a tres nudos, minimizando el inevitable impacto de su bulbo, primero contra un velero, y después contra el cantil del muelle de Ricardo Gross.
Para inspeccionar las posibles afecciones sobre el muelle, un equipo de hombres rana de la empresa Obras Hidráulicas Marítimas efectuó ayer una serie de inmersiones para realizar una evaluación. De acuerdo con la información a la que tuvo acceso este periódico, a cuatro metros de profundidad, en el cantil el bulbo del Juan J. Sister produjo un agujero de 1,5 metros de longitud que causó el levantamiento y rotura de varias capas de obra y asfalto del vial que discurre por esta zona.
Buque J.J. Sister de Trasmediterránea
Parado tras el choque, el barco, muy lentamente ejecutó la maniobra que finalmente lo posicionó en su habitual atraque. Una vez amarrado pudieron desembarcar los 50 pasajeros, siete vehículos y 30 unidades de carga que habían viajado desde Melilla, mientras que responsables de la compañía Trasmediterránea y técnicos de Capitanía Marítima embarcaban en el buque para iniciar las investigaciones sobre el accidente. Tras quedar anulada su salida prevista para las 23:00 del lunes con destino a Melilla, los remolcadores Vehinticinco a proa y Vehintiocho a popa, acompañaron al barco que pasaba del muelle 3A-2 al número 7. La maniobra que se iniciaba a las 22:40, quedaba finalizada a las 00:45.
Mientras esto ocurría, en el muelle 1, que había sido acordonado por la Policía Portuaria, se sacaba del agua al velero dañado por el impacto y se le transportaba a las nuevas instalaciones del Club Mediterráneo. En la mañana de ayer, dos equipos de buzos inspeccionaron de forma preliminar los bajos del Juan J. Sister que mostraba, a simple vista, algunas abolladuras en su bulbo.
Estas labores, en coordinación con la investigación abierta por la Capitanía Marítima, permitirán diagnosticar los posibles daños y la necesidad o no de efectuar algunas reparaciones a flote. Fuentes de la compañía Trasmediterránea consultadas por este diario reseñaron que el barco, con independencia de determinados trabajos que fueran necesarios a raíz de este accidente, podría adelantar su varada anual prevista para dentro de unos meses. A media tarde de ayer, el transbordador, por necesidades de tráfico interno, quedó atracado en el muelle Sur de la estación marítima de Levante, lugar donde permanecerá amarrado hasta que se verifiquen posibles daños y se ejecuten las reparaciones pertinentes si son necesarias.
Por su parte, el velero golpeado por el ferry está depositado en las instalaciones del nuevo Club Mediterráneo, a la espera de ser inspeccionado por diferentes aseguradoras. El yate, llamadoHuida, presentaba diversas grietas en su casco en la banda de estribor y está totalmente desarbolado. Se trata de un modelo Puma 34, de 10,3 metros de eslora de diseño inglés y construcción española muy popular entre los años 60 y finales de la década los 80. Curiosamente, este velero, que dejaba marcas de su pintura azul en las piedras del muelle sobre el que literalmente era aplastado por el Juan J. Sister, luce bandera de Holanda y matrícula de Málaga.
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